miércoles, 29 de marzo de 2017

Lectura del Profeta Isaías en el Camino de Santiago

Este Míercoles cuatro de Cuaresma nos presenta la Liturgia un texto excepcionalmente bello del profeta Isaías. este montaje nos lo presenta, sobre imágenes del Camino de Santiago.

sábado, 25 de marzo de 2017

Convento de la Encarnación de Ávila


Bajo el patrocinio del misterio de la Encarnación se fundaron diversos Monasterios y Conventos, uno de los cuales ostenta un especial relieve en el contexto del quinto Centenario del nacimiento de Santa Teresa.


El Monasterio de la Encarnación se funda en 1478 en el interior de la ciudad amurallada, siendo a principios del siglo XVI cuando el convento carmelita se traslada a las afueras de la ciudad, construyéndose el monasterio sobre unos terrenos adquiridos al Cabildo y que, anteriormente, había sido el cementerio judío.

Locutorio de la Levitación

El 4 de abril de 1515, día en que la Santa fue bautizada, se inaugura, aún sin concluir, el monasterio, configurado con cuatro naves que cierran un patio central, con claustro de dos plantas. A finales del siglo XVI, la celda que ocupó Teresa de Jesús se destina a oratorio, ideándose construir una capilla, la cual no quedará inaugurada hasta 1717. La configuración actual de la capilla de la Transverberación es a base de cuatro arcos torales y cúpula de media naranja.

Celda de Santa Teresa

En el XVIII se transformó el interior de la primitiva iglesia dentro de una estética barroca. La planta es de cruz latina, con una sola nave cubierta con bóveda de cañón y cúpula con pechinas y linterna. Altares y retablos pertenecen también al gusto barroco. En la fachada meridional del monasterio destaca la gran espadaña, obra de 1715.

Capilla de la Transverberación

Este Monasterio es uno de los lugares esenciales de la vida de Teresa de Ávila, donde permaneció casi ininterrumpidamente desde 1535 hasta 1574. Cuando Teresa de Cepeda, sin permiso paterno, ingresa en la Orden del Carmen, el monasterio era uno de los más poblados de la ciudad. Contaba con un número muy elevado de bienes, y al igual que en otros muchos, la vida de convento no era rigurosa, existiendo diferencias sociales muy acusadas entre las monjas. En La Encarnación recibe los consejos de san Francisco de Borja, de san Juan de la Cruz y de san Pedro de Alcántara, y desde aquí se preparará la Reforma del Carmelo.



San Juan Pablo II en La Encarnación

viernes, 24 de marzo de 2017

El Cristo de Medinaceli


La imagen del Cristo es de la primera mitad del siglo XVII, con 1,73 metros de altura. Fue tallada en Sevilla. Es dudosa la autoría de la imagen y, mientras que unos se la atribuyen a Luis de la Peña, los más se la adscriben a Francisco de Ocampo. La imagen se realizó por encargo de la comunidad de los Padres Capuchinos de Sevilla, quienes la llevaron a la colonia española de Mámora en el norte de África, llamada por los españoles San Miguel de Ultramar. El día 30 de abril de 1681, Mámora cayó en manos de Musley Ismael y su ejército y la imagen del Nazareno fue también capturada y llevada a Mequínez. La historia atestigua por orden expresa del Rey Muley, la imagen fue arrastrada por las calles de Mequinez en señal de odio contra la religión cristiana y hasta algunos aseguran que, como si se tratara de carne humana, fue arrojada a los mismos leones... Fue vista por el Padre de la Orden de la Santísima Trinidad, Fray Pedro de los Ángeles, quien, arriesgando su vida y presentándose ante el mismo rey, solicitó el rescate de la imagen como si se tratara de un ser vivo. Se dice que el rey le permitió al padre trinitario custodiar la imagen, hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, lo quemaría a él y a la imagen. El Padre General de la Orden mandó a los Padres Miguel de Jesús, Juan de la Visitación y Martín de la Resurrección que se encargaran de servir de mediadores en la solución del problema y estos lograron convencer al rey Muley de que tasara el rescate de la imagen pagando su peso en oro. La leyenda asegura que la balanza se equilibró exactamente cuando se acumularon treinta monedas. Una y otra vez efectuada esta operación, el resultado fue siempre idéntico, con lo que el recuerdo del episodio evangélico en el que Cristo mismo apareció valorado en esas 30 monedas resultaba milagroso.

La primera advocación popular con la que consta que fue invocada la imagen del Cristo fue la de "Jesús del Rescate". Ya el 28 de enero de 1682, día de la constitución de la "Real Esclavitud", hay referencias de una Comunión General «en memoria de haber sido en el que quedó por propia de la Religión y enegenada de los infieles de la Santísima imagen de Jesús». La imagen, ya rescatada, pasó después a Tetuán, de allí a Ceuta, y por Gibraltar a Sevilla, hasta llegar a Madrid en el verano de 1682, Llega con fama de milagrosa. Ese mismo año se organiza la primera procesión a la que asiste el "todo Madrid", pueblo fiel, nobleza y casa real. Desde entonces todos los años, en la gran romería del primer Viernes de marzo, asiste algún miembro de la familia real a rezar al Nazareno.

La imagen se deposita en el convento de los Padres Trinitarios Descalzos, junto al que en 1689 se le erigió una capilla, donación de los Duques de Medinaceli. A consecuencia del decreto de Desamortización firmado por Mendizábal en 1836, la imagen volvió otra vez a peregrinar por Madrid, en esta ocasión hacia la iglesia de San Sebastián en la que permaneció diez años cuando, gracias a la influencia del Duque de Medinaceli, volvió a la capilla del antiguo convento de Trinitarios, regentado entonces por las Religiosas Concepcionistas de Caballero de Gracia y después por las Agustinas y las Carmelitas de Santa Ana. Fue en 1890 cuando, al derribarse el convento de los Capuchinos de San Antonio del Prado, sus patronos, los duques de Medinaceli, pensaron instalar definitivamente en su nueva capilla la imagen del Cristo. Esto aconteció el día 8 de julio 1895, interviniendo en la donación la Duquesa Madre de Medinaceli Doña Casilda Salabert y Arteaga.

Durante la Guerra Civil, el día 13 de marzo de 1936 los devotos y vecinos del convento lograron impedir que la imagen fuera destruida por un piquete de revolucionarios. El 17 de julio los frailes ocultaron la imagen en una caja de madera, y envuelta en sábanas, en los sótanos del convento. Alojándose en el mismo el batallón republicano conocido con el sobrenombre de "Margarita Nelken", y para mitigar el frío del invierno madrileño que allí padecían sus tropas, al buscar unas tablas para calentarse se encontraron con la sorpresa de la caja que contenía la sagrada imagen... Al comprobar Juan Manuel Oliva, jefe del batallón, "a las cuatro de la tarde" que se trataba del Cristo de Medinaceli, no sólo por motivos artísticos, sino también religiosos, entregó la imagen a la "Junta del Tesoro", que la trasladó bien pronto a la ciudad de Valencia, concretamente al Colegio del Patriarca. En marzo de 1938 fue transportada a Barcelona y desde allí , el día 3 de febrero de 1939, fue trasladada con todo el Tesoro Artístico a la ciudad suiza de Ginebra, a la que llegó el día 12 de febrero.

Cuando terminó la guerra y fue recuperado el Tesoro, Don Fernando Álvarez de Sotomayor, representante del nuevo Gobierno español, consiguió que la imagen del Cristo saliera de Ginebra el día 10 de mayo de 1939, siendo esperada con toda devoción en Pozuelo de Alarcón, pueblo cercano a Madrid. Allí fue recibida con honores militares y de ella se hizo cargo la Junta de la Real Esclavitud, llevándola a Madrid, momentáneamente al monasterio de la Encarnación. La víspera de la festividad de San Isidro, el día 14 de mayo, todo el pueblo de Madrid se organizó en solemne procesión acompañando la imagen hasta el altar de su templo en el que siguió recibiendo el culto y la veneración de multitud de devotos. Siempre, pero sobre todo los viernes del año, y de forma multitudinaria el primer viernes de marzo, son incontables las personas que acuden a venerar al Cristo de Medinaceli, para lo que han de aguantar largas horas de espera y de incomodidades aún climatológicas, hasta conseguir besarle el pie y formularle las tres peticiones rituales.

jueves, 23 de marzo de 2017

El románico en Gerona

Reportaje del año 1962 sobre el románico en Gerona. Un poco largo, pero me ha parecido muy interesante.

miércoles, 22 de marzo de 2017

La isla de Valaam

La Televisión rusa en español nos ofrece, en un breve reportaje, una información muy concreta y detallada sobre el monasterio de Valaam. Muy interesante.

martes, 21 de marzo de 2017

Benedicto XVI en Montecasino

El papa Benedicto XVI visitó el monasterio de Montecasino. Desde allí nos invitaba a la oración en dicho lugar especialmente santo, con ocasión de su visita durante la solemnidad de la Ascensión. En este día del Tránsito de san Benito, recordamos sus palabras junto al altar, sobre la tumba del santo.

domingo, 19 de marzo de 2017

Monasterio de san José de Ávila


Hoy celebraríamos la Solemnidad de san José si no fuera domingo de Cuaresma. Por eso, en este día, queremos tomar las palabras de santa Teresa de Jesús acerca de san José, a quien tuvo por especial protector, y al que dedicó su primera fundación: san José de Ávila. En el Capítulo sexto del Libro de su Vida, nos deja este magnífico texto, en el que nos explica el sentido de su devoción al santo.


Y tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra que como tenía el nombre de padre, siendo ayo, le podía mandar, así en el cielo hace cuanto le pide.

Esto han visto otras algunas personas, a quien yo decía se encomendasen a él, también por experiencia; y aun hay muchas que le son devotas de nuevo, experimentando esta verdad.

7. Procuraba yo hacer su fiesta con toda la solemnidad que podía, más llena de vanidad que de espíritu, queriendo se hiciese muy curiosamente y bien, aunque con buen intento. Mas esto tenía malo, si algún bien el Señor me daba gracia que hiciese, que era lleno de imperfecciones y con muchas faltas. Para el mal y curiosidad y vanidad tenía gran maña y diligencia. El Señor me perdone.

Querría yo persuadir a todos fuesen devotos de este glorioso Santo, por la gran experiencia que tengo de los bienes que alcanza de Dios. No he conocido persona que de veras le sea devota y haga particulares servicios, que no la vea más aprovechada en la virtud; porque aprovecha en gran manera a las almas que a él se encomiendan. Paréceme ha algunos años que cada año en su día le pido una cosa, y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más bien mío.


8. Si fuera persona que tuviera autoridad de escribir, de buena gana me alargara en decir muy por menudo las mercedes que ha hecho este glorioso Santo a mí y a otras personas; mas por no hacer más de lo que me mandaron, en muchas cosas seré corta más de lo que quisiera, en otras más larga que era menester; en fin, como quien en todo lo bueno tiene poca discreción. Sólo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción. En especial, personas de oración siempre le habían de ser aficionadas; que no sé cómo se puede pensar en la Reina de los ángeles en el tiempo que tanto pasó con el Niño Jesús, que no den gracias a San José por lo bien que les ayudó en ellos. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro y no errará en el camino. Plega al Señor no haya yo errado en atreverme a hablar en él; porque aunque publico serle devota, en los servicios y en imitarle siempre he faltado.

sábado, 18 de marzo de 2017

San Cirilo de Jerusalén. visita a la Catedral Armenia de Jerusalén


Queridos hermanos y hermanas:

Nuestra atención se concentra hoy en san Cirilo de Jerusalén. Su vida representa el cruce de dos dimensiones: por una parte, la atención pastoral, y por otra, la participación, a pesar suyo, e las encendidas controversias que turbaron entonces a la Iglesia de Oriente. 

Nacido en torno al año 315, en Jerusalén o alrededores, Cirilo recibió una óptima formación literaria, que se convirtió en el fundamento de su cultura eclesiástica, centrada en el estudio de la Biblia. Ordenado presbítero por el obispo Máximo, cuando éste murió o fue depuesto, en el año 348, fue ordenado obispo por Acacio, influyente metropolitano de Cesarea de Palestina, filo-arriano, convencido de que era su aliado. Por este motivo, se dio la sospecha de que había alcanzado el nombramiento episcopal tras haber hecho concesiones al arrianismo.

En realidad, muy pronto, Cirilo se enfrentó a Acacio no sólo en el campo doctrinal, sino también en el de la jurisdicción, pues Cririlo reivindicaba la autonomía de su propia sede con respecto a la del metropolitano de Cesarea. En unos veinte años, Cirilo experimentó tres exilios: el primero, en el año 357, tras haber sido depuesto por un Sínodo de Jerusalén; seguido, en el año 360, de un segundo exilio provocado por Acacio y, por último, de un tercero, más largo --duró once años--, en el año 367, por iniciativa del emperador filo-arriano Valente. Sólo en el 378, después de la muerte del emperador, Cirilo pudo volver a tomar definitivamente posesión de su sede, restableciendo entre los fieles la unidad y la paz. 

A favor de su ortodoxia, puesta en duda por algunas fuentes de la época, abogan otras fuentes de la misma antigüedad. Entre ellas, la más autorizada, es la carta sinodal del año 382, después del segundo Concilio ecuménico de Constantinopla (381), en el que Cirilo había participado con un papel destacado. En esa carta, enviada al pontífice romano, los obispos orientales reconocen oficialmente la más absoluta ortodoxia de Cirilo, la legitimidad de su ordenación episcopal y los méritos de su servicio pastoral, al que la muerte puso punto final en el año 387.

Benedicto XVI
De la Audiencia General de 27 de junio de 2007

martes, 14 de marzo de 2017

Chipre: las diez iglesias de Troodos

Chipre es una isla, situada justo en frente de la Tierra Santa y, por eso mismo, fue uno de los primeros lugares a los que llegó el Cristianismo, como se nos cuenta del mismo san Pablo en los Hechos de los Apóstoles. De ahí su intensa tradición cristiana. En el siguiente documental se nos ofrece un recorrido por Troodos, la mayor cordillera de Chipre, y los diez templos de estilo bizantino más destacados. El vídeo explica las características arquitectónicas de estos templos y los detalles de sus pinturas, de sus murales, frescos e iconos.

lunes, 13 de marzo de 2017

La Chaise Dieu


Visitamos hoy uno de esos lugares de la geografía espiritual de Europa, desolado tras las tormentas de guerras y revoluciones: el que fuera sobresaliente monasterio benedictino de la Chaise Dieu, la Casa de Dios, fundado a mediados del siglo XI por san Roberto de Turlandia, un monje que se inició bajo la dirección de san Odilón de Cluny.

San Roberto de Turlandia. Iglesia Abacial

San Roberto vivió primer en soledad; luego se le juntó un caballero arrepentido, Estaban. Así comenzó la historia de esta abadía, el 28 de diciembre de 1043. Tras su muerte en 1067, san Roberto fue canonizado en 1095, creciendo desde entonces el monasterio benedictino.

Tumba de Clemente VI en el centro del coro

Uno de sus personajes ilustres fue Pierre Roger de Beaumont, monje desde niño en la Chaise Dieu, después obispo y, por fin, papa Clemente VI desde 1342 a 1352. Su tumba se encuentra en el centro de la iglesia abacial de la Chaise Dieu, aunque su recuerdo no es tan positivo en la historia del papado: su gobierno, en Avignon, estuvo marcado por el lujo y el derroche, momento en el que sobrevino la gran crisis de la Peste Negra, que asoló Europa. Por órdenes médicas, Clemente VI pasó el caluroso verano de 1348 sentado entre dos fuegos que se atizaban permanentemente. Aunque él no lo sabía, el calor probablemente mantuvo a las pulgas a distancia y el Papa sobrevivió.

Danza de la Muerte. Siglo XIV. Nave lateral de la Iglesia Abacial

Con todo, a su patrocinio se debe la edificación de la actual iglesia abacial, que data de mediados del siglo XIV, en estilo gótico. Se trata de un edificio de grandes dimensiones, aunque llama la atención su altura, un tanto menguada para la inmensidad de la planta.

Claustro gótico del Monasterio

El Monasterio perduró hasta la Revolución Francesa; desde entonces, su coro para más de doscientos monjes quedó definitivamente en silencio.

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domingo, 12 de marzo de 2017

Monte Tabor y sermón de san León Magno


El Señor puso de manifiesto su gloria ante los testigos que había elegido, e hizo resplandecer de tal manera aquel cuerpo suyo, semejante al de todos los hombres, que su rostro se volvió semejante a la claridad del sol y sus vestiduras aparecieron blancas como la nieve.

En aquella transfiguración se trataba, sobre todo, de alejar de los corazones de los discípulos el escándalo de la cruz, y evitar así que la humillación de la pasión voluntaria conturbara la fe de aquellos a quienes se había revelado la excelencia de la dignidad escondida.

Pero con no menor providencia se estaba fundamentando la esperanza de la Iglesia santa, ya que el cuerpo de Cristo, en su totalidad, podría comprender cuál habría de ser su transformación, y sus miembros podrían contar con la promesa de su participación en aquel honor que brillaba de antemano en la cabeza. A propósito de lo cual había dicho el mismo Señor, al hablar de la majestad de su venida: Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Cosa que el mismo apóstol Pablo corroboró, diciendo: Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá; y de nuevo: Habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.

Pero, en aquel milagro, hubo también otra lección para confirmación y completo conocimiento de los apóstoles. Pues aparecieron, en conversación con el Señor, Moisés y Elías, es decir, la ley y los profetas, para que se cumpliera con toda verdad, en presencia de aquellos cinco hombres, lo que está escrito: Toda palabra quede confirmada por boca de dos o tres testigos.

¿Y pudo haber una palabra más firmemente establecida que ésta, en cuyo anuncio resuena la trompeta de ambos Testamentos y concurren las antiguas enseñanzas con la doctrina evangélica?

Las páginas de los dos Testamentos se apoyaban entre sí, y el esplendor de la actual gloria ponía de manifiesto, a plena luz, a aquel que los anteriores signos habían prometido bajo el velo de sus misterios; porque, como dice san Juan, la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo, en quien se cumplieron, a la vez, la promesa de las figuras proféticas y la razón de los preceptos legales, ya que, con su presencia, atestiguó la verdad de las profecías y, con su gracia, otorgó a los mandamientos la posibilidad de su cumplimiento.

Que la predicación del santo Evangelio sirva, por tanto, para la confirmación de la fe de .todos, y que nadie se avergüence de la cruz de Cristo, gracias a la cual el mundo ha sido redimido. Que nadie tema sufrir por la justicia, ni desconfíe del cumplimiento de las promesas, porque por el trabajo se va al descanso, y por la muerte se pasa a la vida; pues el Señor echó sobre sí toda la„debilidad de nuestra condición, y, si nos mantenemos en su amor, venceremos lo que él venció y recibiremos lo que prometió.

En efecto, ya se trate de cumplir los mandamientos o de tolerar las adversidades, nunca debe dejar de resonar en nuestros oídos la palabra pronunciada por el Padre: Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto; escuchadlo.

Sermón 51 (3-4.8: PL 54, 310-311.313

sábado, 11 de marzo de 2017

Basílica del Santo Sepulcro

Este sábado de Cuaresma viajamos hasta Jerusalén, el lugar más santo de los cristianos, para venerar el santo Sepulcro.

viernes, 10 de marzo de 2017

La Santa Cruz

La Santa Cruz es el lugar más santo del cristianismo, pues allí, sobre aquel madero, fue donde Cristo murió para salvarnos, entregando su existencia en la forma más cruenta por parte de los hombres, y más llena de amor por parte de Dios. Ningún lugar o edificio, por grandioso que sea, puede ensombrecer la centralidad de la Cruz como lugar santísimo. Por eso, queremos hoy contemplar este misterio en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. a pesar de la grandiosidad del lugar, su magnificencia enmudece ante el misterio de la Cruz, que es venerada desde el Santo Padre Benedicto hasta el último de los fieles cristianos.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Monasterio de Irache


En la ciudad de Estella, en Navarra, san Veremundo, abad de Irache, el cual, habiendo abrazado desde joven la vida monástica, estimuló a sus monjes a buscar la perfección, con su ejemplo, y con ayunos y vigilias (año 1095)


Este anuncio del Martirologio Romano en el día de hoy nos invita a desplazarnos al Reino de Navarra, justo a la salida de Estella por el Camino de Santiago, donde se alza el que fuera uno de los monasterios más importantes de España, sede durante muchos años hasta la Exclaustración de uno de los centros de estudios donde se formaron los monjes benedictinos.


De san Veremundo, abad de Irache, sabemos que a los doce años, hacia 1032, fue admitido en el monasterio de Irache, donde su tío Muni era abad. Muy devoto de la Santísima Virgen, venerada en Irache, los monjes decían que hablaba con su sagrada imagen, en la iglesia del monasterio. Al morir su tío, los monjes lo eligieron abad, hacia 1052.


San Veremundo perteneció a la tradición monástica y litúrgica hispánica, previa a la introducción de la reforma gregoriana a finales del siglo XI. Parece que Veremundo habría muerto en Irache el 8 de marzo de 1092, o puede que 1099. Lo cierto es que el Monasterio perduró hasta el siglo XIX como importante centro benedictino.



martes, 7 de marzo de 2017

Santa Perpetua de Cartago

Martirio de Perpetua, Felicidad, Revocato, Saturnino y Secundulo
Menologio de Basilio II (año 1000)
La Liturgia recuerda hoy la Pasión de las santas Perpetua y Felicidad, en Cartago, la opulenta ciudad del norte de África, en el actual Túnez. Esta antigua ciudad, enemiga de Roma, que terminó cayendo en su poder tras las guerra púnicas, vio florecer una heroica comunidad cristiana. Conservamos el relato de su martirio, que todavía hoy nos llena de admiración, por más que aquellos lugares santos que se erigieron sobre sus tumbas han desaparecido. El texto de su Pasión dice así:

Brilló por fin el día de la victoria de los mártires y marchaban de la cárcel al anfiteatro, como si fueran al cielo, con el rostro resplandeciente de alegría, y sobrecogidos no por el temor, sino por el gozo. La primera en ser lanzada en alto fue Perpetua y cayó de espaldas. Se levantó, y como viera a Felicidad tendida en el suelo, se acercó, le dio la mano y la levantó. Ambas juntas se mantuvieron de pie y, doblegada la crueldad del pueblo, fueron llevadas a la puerta llamada Sanavivaria. Allí Perpetua fue recibida por un tal Rústico, que por entonces era catecúmeno, y que la acompañaba. Ella, como si despertara de un sueño (tan fuera de sí había estado su espíritu), comenzó a mirar alrededor suyo y, asombrando a todos, dijo:

«¿Cuándo nos arrojarán esa vaca, no sé cual?».

Como le dijeran que ya se la habían arrojado, no quiso creerlo hasta que comprobó en su cuerpo y en su vestido las marcas de la embestida. Después, haciendo venir a su hermano, también catecúmeno, dijo:

«Permaneced firmes en la fe, amaos los unos a los otros y no os escandalicéis de nuestros padecimientos».

Del mismo modo Saturo, junto a la otra puerta, exhortaba al soldado Pudente, diciéndole:

«En resumen, como presentía y predije, hasta ahora no he sentido ninguna de las bestias. Ahora créeme de todo corazón: cuando salga de nuevo, seré abatido por una única dentellada de leopardo».

Cuando el espectáculo se acercaba a su fin, fue arrojado a un leopardo y de una dentellada quedó tan cubierto de sangre, que el pueblo, cuando el leopardo intentaba morderle de nuevo, como dando testimonio de aquel segundo bautismo, gritaba:

«Salvo, el que está lavado; salvo, el que está lavado». Y ciertamente estaba salvado por haber sido lavado de esta forma.

Entonces Saturo dijo al soldado Pudente:

«Adiós, y acuérdate de la fe y de mí; que estos padecimientos no te turben, sino que te confirmen».

Luego le pidió un anillo que llevaba al dedo y, empapándolo en su sangre, se lo entregó como si fuera su herencia, dejándoselo como prenda y recuerdo de su sangre. Después, exánime, cayó en tierra, donde se encontraban todos los demás que iban a ser degollados en el lugar acostumbrado. Pero el pueblo exigió que fueran llevados al centro del anfiteatro para ayudar, con sus ojos homicidas, a la espada que iba a atravesar sus cuerpos. Ellos se levantaron y se colocaron allí donde el pueblo quería, y se besaron unos a otros para sellar el martirio con el rito solemne de la paz. Todos, inmóviles y en silencio, recibieron el golpe de la espada; especialmente Saturo, que había subido el primero, pues ayudaba a Perpetua, fue el primero en entregar su espíritu. Perpetua dio un salto al recibir el golpe de la espada entre los huesos, sin duda para que sufriera algún dolor. Y ella misma trajo la mano titubeante del gladiador inexperto hasta su misma garganta. Quizás una mujer de este temple, que era temida por el mismo espíritu inmundo, no hubiera podido ser muerta de otra forma, si ella misma no lo hubiese querido. ¡Oh valerosos y felices mártires! ¡Oh, vosotros, que de verdad habéis sido llamados y elegidos para gloria de nuestro Señor Jesucristo!

El siguiente reportaje está en inglés. Se pueden habilitar los subtítulos y traducirlos al español. Contiene una historia de las persecuciones romanas, y del propio martirio de santa Perpetua.

sábado, 4 de marzo de 2017

San Casimiro de Polonia. Catedral de Vilna (Lituania)

Capilla con la tumba de san Casimiro. Catedral de Vilna

Recordamos hoy a san Casimiro. Nació en Cracovia, la sede real polaca en 1458 como hijo del rey Casimiro IV Jagellón y de su esposa Isabel de Habsburgo de Hungría. Desde muy pequeño demostró gran devoción a Dios y humildad, destacando como una de sus más grandes características la pureza y bondad, habiendo hecho voto de castidad.

Puesto que una facción de la nobleza húngara estaba descontenta con el rey Matías Corvino de Hungría (1458-1490), el joven príncipe polaco de tan solo 13 años de edad fue llamado al reino para ocupar el lugar del otro monarca. Los derechos al trono fueron legitimados por la nobleza húngara, ya que la madre de Casimiro era hija del fallecido rey Alberto de Hungría, y su tío paterno (hermano del rey Casimiro IV de Polonia) llegó a ser coronado como Vladislao I de Hungría y reinó por 4 años. De esta forma, Casimiro arribó en 1471 a las fronteras húngaras aceptando la elección para brindar defensa al mundo cristiano contra los turcos invasores, que según la nobleza húngara el rey Matías no combatía.

Catedral de Vilna

El arzobispo de Esztergom Juan Vitéz, siendo la más alta autoridad eclesiástica en el reino, y a pesar de haber sido el tutor del rey Matías en su infancia, accedió a apoyar a la nobleza húngara descontenta y eventualmente a coronar a Casimiro como rey. Sin embargo el consejo eclesiástico canónigo de Esztergom, guiado por el obispo Juan Beckensloer, enterándose de la conspiración informó inmediatamente al rey Matías que se hallaba en una campaña militar en suelo checo por el trono de Bohemia. En muy breve tiempo el rey húngaro se presentó de sorpresa en Esztergom y envió a los nobles Miguel Országh y Emérico Szapolyai para que resolviesen el asunto pacíficamente. Casimiro se vio forzado a interrumpir su viaje y a renunciar a sus pretenciones al trono húngaro (sin embargo su hermano menor será coronado en 1490 tras la muerte de Matías como Vladislao II de Hungría)


De 1479 a 1483, Casimiro llevó los asuntos de gobierno en Polonia sustituyendo a su padre ausente y murió a los 26 años de edad el 4 de marzo de 1484 tras enfermarse gravemente en Grodno (Lituania) durante un viaje. Sus restos se encuentran en Vilna, la capital de Lituania. Poco después de su muerte surgieron iniciativas para promover su canonización, que se produjo en 1521 bajo el gobierno del papa León X.


viernes, 3 de marzo de 2017

Torres del Rio



 En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: - «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: -«¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.» 
Mateo 9, 14-15

Leyendo el Evangelio de hoy me ha venido a la memoria la Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Rio. Es una pequeña, preciosa y singular iglesia románica, construida hacia el año 1170. Se piensa que pudo ser una construcción de la Orden del Santo Sepulcro y que su arquitectura peculiar evocase el Santo Sepulcro de Jerusalén.

Es de planta octogonal y rematada por una cúpula, ésta se alza sobre el cuerpo principal del edificio y se puede decir que es de influencia califal, con ocho arcos apuntados que se entrecruzan sin unirse en el centro, de tal modo que que dejan en el medio un espacio ochavado que a su vez se abre con bóveda cupuliforme y sirve de base a la torre superior que se remata con una linterna también de ocho lados. La cúpula del cuerpo central es un elemento de gran singularidad, elevando hacia lo alto el espíritu y haciendole perder, casi,  el sentido de la gravedad.

El ábside se abre al cuerpo octogonal por un arco triunfal apuntado y doblado. Hay que fijarse bien en sus dos capiteles pues su iconografía está muy relacionada con la función funeraria que se le supone a esta iglesia. En efecto, en estos capiteles aparece la escena del Descendimiento de Cristo, momento que representa el dolor de la muerte y en el otro la Resurrección con las tres Marías ante el sepulcro vacío, que simboliza la esperanza en la vida eterna y el triunfo sobre la muerte.

Esta singular construcción se encuentra en el camino de Santiago a su paso por de Torres del Río , Navarra. Llama la atención por la armonía entre sus medidas básicas y sus elementos de alzado; es un raro ejemplo del arte medieval pues, frente a la horizontalidad y pesadez del románico, en este pequeño templo todo conduce a la verticalidad y elevar los ojos a lo alto para recibir gracia y misericordia.

Preside el templo un crucifijo de gran realismo con corona real y cuatro clavos (s. XIII). Es la imagen del Novio que espera a los invitados a la boda y por cuya ausencia hoy ayunamos a la espera gozosa del encuentro Pascual.


miércoles, 1 de marzo de 2017

La Cruz de Ferro


El punto más alto del Camino de Santiago en España es la Cruz de Ferro, un lugar situado en Foncebadón, el antiguo Monte Irago, en el paso entre Astorga y Ponferrada. Al comienzo de una nueva Cuaresma, la imagen de este lugar al contraluz, con peregrinos al pie de la Cruz, expresa muy bien nuestro deseo de salir al encuentro del Señor, que por nosotros subió al Monte Calvario. Que su santa Pasión y Resurrección nos ayude a nosotros, peregrinos, a recorrer con ánimo el camino de nuestra propia conversión tras las huellas de Cristo nuestro Señor.