viernes, 18 de diciembre de 2015

Santa María la Mayor


La basílica de Santa María la Mayor fue construida en el Esquilino, por el papa Liberio, tras la caída de nieve en el mes de agosto del año 352. El  lugar es debido a una aparición de la Virgen María ante un patricio local y su esposa. Según la tradición, el perfil de la iglesia fue dibujado en el suelo por la milagrosa nevada que ocurrió el 5 de agosto de 352 en lo alto de la colina del Esquilino. 

Por encima de ésta primera basílica , el Papa Sixto III construiría el actual. Las excavaciones han confirmado la existencia de una basílica liberiana, pero solo en la de Sixto III (432-440), como se muestra en el arco interior. Se podría pensar que el Papa Liberio había comenzado y el Papa Sixto, un año después tras el Concilio de Éfeso que proclamó el título legítimo de la "Theotokos",  Madre de Dios, había realizado la basílica como un "monumento" a la maternidad divina de María. Es ésta es la más grande del mundo dedicada a la Virgen.

De hecho, la Virgen o el icono de ésta bajo la advocación de  "nuestra salud"  y atribuida al mismo San Lucas, es la que acoge  en la maravillosa capilla Borgese al peregrino que viene a implorar su proteccion como la salud del pueblo romano .


El Fiat, hágase, de la Virgen es en este templo una apoteosis admirable que está vinculado directamente a los acontecimientos que la llevaron a convertirse en la Madre del Salvador y Redentor de la humanidad. Se puede también admirar los restos del pesebre santo en Belén, donde fue acostado el Salvador del mundo, situado en la cripta bajo el altar mayor y  tan bellamente complementada por Virginio Vespignani.


Este templo nos deja imbuidos de belleza y de un inigualable y elocuente  amor materno, que siempre otorga la tierna imagen de Madre, la que acompañamos estos días junto a su sufrimiento por el dolor de ver crucificado a su hijo, nuestro Salvador..

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